Al ser una especie de pez omnívoro sin estómago pero con un intestino alargado, la carpa puede utilizar los carbohidratos y lípidos de la dieta como fuentes de energía. Las carpas necesitan menos proteínas y energía en los piensos, pero requieren contenidos energéticos adaptados según la estación, por ejemplo, un mayor contenido en lípidos para disponer de mayores reservas corporales en invierno. Una relación equilibrada de ácidos grasos n-3 y n-6 en las dietas garantiza un desarrollo y un bienestar óptimos.